Internas, acusaciones cruzadas y un partido al borde del colapso
La crisis interna de La Libertad Avanza neuquina parece agravarse día tras día. Esta vez, el conflicto lo protagoniza la diputada provincial Brenda Buchiniz, quien salió a pedir, con tono desafiante, internas abiertas dentro del espacio libertario. Detrás de su discurso en defensa de “la democracia real” se esconde una feroz disputa de poder, marcada por la desconfianza, la desorganización y las pujas internas que ya desgastan el frágil armado local de Javier Milei.
Buchiniz, quien integra el monobloque Cumplir- La Libertad Avanza, aprovechó el reciente fallo de la jueza federal Carolina Pandolfi para lanzar durísimas críticas hacia sus propios compañeros de espacio. La jueza, con competencia electoral en Neuquén, intimó a todos los partidos políticos a garantizar transparencia y participación de las minorías en la elección de candidatos, debido a la suspensión de las PASO. Pero mientras algunos sectores calificaron esa exigencia judicial como “impracticable”, Buchiniz vio en ella una oportunidad para encender el ventilador y exponer las internas más oscuras del partido.
“La democracia no se construye con acuerdos entre las cúpulas del poder”, disparó la diputada, en lo que muchos interpretan como un claro mensaje a la diputada nacional Nadia Márquez y su protegido político, el pastor David Schlereth, ambos responsables —según distintas fuentes— de operar para que Buchiniz quede fuera de toda visibilidad en el armado de listas. Schlereth, ex PRO y reciclado como libertario de ocasión, aparece como la carta fuerte de Márquez para encabezar la boleta de diputados en octubre, un verdadero símbolo del reciclaje político que supuestamente Milei venía a combatir.
Lo que se dice en los pasillos de la legislatura es todavía más grave: Buchiniz sería víctima de una maniobra orquestada para eliminar cualquier posibilidad de competencia real dentro de La Libertad Avanza. Con la excusa de la falta de PASO, el espacio libertario neuquino habría buscado consolidar listas a dedo, sin consultar a las bases ni permitir la participación de otras voces. Es decir, el dedazo disfrazado de pragmatismo electoral. La resolución judicial que exige un reglamento excepcional de internas vino a incomodar estos planes, y la diputada Buchiniz no dudó en usarla como catapulta para denunciar “el cinismo de quienes están acostumbrados a repartir cargos desde la oscuridad”.
La disputa, lejos de resolverse, expone una vez más el caos organizativo de La Libertad Avanza en las provincias, donde el entusiasmo libertario se ve opacado por prácticas viejas y métodos que poco tienen que ver con la “nueva política”. Mientras Milei insiste en hablar de “casta”, en Neuquén los libertarios reproducen las mismas roscas internas que decían venir a erradicar.
Lo que agrava aún más la situación es el precario estado legal del partido en la provincia. La Libertad Avanza apenas cuenta con un reconocimiento provisorio ante la justicia electoral y aún está lejos de obtener la personería definitiva. De todas formas, pretende disputar tres bancas en el Senado y tres en Diputados, en una elección clave para el rumbo del Congreso. Buchiniz advirtió que, aún sin una estructura legal firme, el espacio debe garantizar una elección interna con reglas claras. “La jueza Pandolfi está pidiendo que se pongan orden y claridad donde algunos pocos pretenden digitar candidaturas desde la oscuridad”, insistió con tono aleccionador.
Pero lejos de proponer un debate interno sano, sus declaraciones fueron recibidas como un verdadero misil político. Nadie en el entorno de Márquez respondió oficialmente, pero en reserva, la consideran una “provocadora serial” que sólo busca victimizarse y tensar aún más la ya inestable interna libertaria.
Los tiempos corren. La jueza Pandolfi dio un plazo de 30 días corridos, hasta principios de junio, para que los partidos presenten su reglamento interno. Sin PASO y con los egos en alza, todo indica que la batalla dentro de La Libertad Avanza recién empieza. Lo que debía ser una fuerza nueva con ideas frescas, hoy se muestra como un espacio plagado de roscas, traiciones y candidaturas cocinadas en la penumbra.
En Neuquén, Milei aún no intervino públicamente en el conflicto, pero el daño ya está hecho: su espacio se fractura en pleno año electoral, entre acusaciones de manipulación, denuncias de “digitalismo” y viejos conocidos que vuelven con nuevos trajes. La Libertad Avanza prometía renovación, pero en la práctica parece repetir el libreto más vetusto de la política argentina.
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