
En un intento por apagar el fuego con nafta, el intendente de Plottier, Luis Bertolini, salió a desmentir versiones que hablaban de su inminente renuncia.
El jefe comunal se mostró a la defensiva, ratificó su continuidad en medio de rumores persistentes y quedó nuevamente bajo la sombra del escándalo de Gloria Ruiz. Lo hizo con su clásica tibieza que, lejos de calmar las aguas, despertó aún más sospechas.
Al igual que pasa con algunos técnicos y dirigentes del fútbol, cuando un intendente reafirma su permanencia en el cargo con frases como “no estoy enfermo, no pienso renunciar”, lo que deja entrever es una marcada preocupación por su propio futuro político.
Durante una entrevista en un programa radial de la ciudad, Bertolini no solo negó los rumores de su renuncia, sino que se mostró dispuesto a buscar la reelección, insistiendo en que su plan de gobierno necesita “una gestión de ocho años”.
Además, Bertolini se vio obligado a remarcar su cercanía con el gobernador Rolando Figueroa. “Cuento con el respaldo del gobernador”, repitió.
Sin embargo, los pasillos del poder provincial hablan de otra cosa: un Bertolini debilitado, cuyo margen de maniobra se achica, sobre todo por su vínculo directo con una figura que hoy es sinónimo de escándalo: Gloria Ruiz.
La exvicegobernadora, destituida por presunta defraudación, fue la jefa política de Bertolini durante su paso como secretario de Obras Públicas. Aunque el intendente se desmarcó de la gestión de Ruiz asegurando que en ese entonces “las aprobaciones y contrataciones pasaban por Hacienda”, no pudo evitar quedar pegado a un modelo político que hoy naufraga en causas judiciales.
“Entiendo la desconfianza”, dijo, en una de las pocas frases que reveló algo de autocrítica.
Según sus propias palabras, el municipio “aportó información a la Justicia”, aunque aclaró que no fue citado a declarar. Algo que la Justicia por ahora no ha querido revisar, a pesar que podría aportar información vital a la causa.
En Plottier, los rumores corren desde el día uno. La política local sabe leer entre líneas, y cuando el jefe comunal empieza a hablar más de su permanencia que de sus logros, es porque la silla ya no es tan segura como antes.
El fantasma de Gloria Ruiz sigue rondando la gestión municipal, y aunque Bertolini insista en que está “a disposición de la fiscalía”, el vínculo con la exvicegobernadora destituida lo dejan en una posición muy incómoda.