Con una economía nacional seca de dólares y una necesidad imperiosa de mantener un tipo de cambio artificialmente bajo para facilitar la fuga de capitales de sus aliados, Milei ha puesto el ojo —y ahora las manos— sobre la provincia patagónica.

El operativo saqueo ya está en marcha. Y tiene nombre y apellido: reforma integral del sistema previsional. Un eufemismo que esconde un zarpazo brutal a la autonomía neuquina.

El plan oficial, impulsado por La Libertad Avanza y acompañado de manera vergonzosa por los diputados neuquinos Pablo Cervi (UCR) y Nadia Márquez (LLA), busca transferir las cajas provinciales al colapsado sistema nacional de la ANSeS.

En otras palabras, llevarse por la fuerza el superávit del Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN) para tapar los agujeros que el mismo Milei abrió con sus políticas de ajuste despiadado.

La caja del ISSN, orgullo de los neuquinos, no solo funciona con eficiencia y transparencia: es una de las pocas que garantiza jubilaciones dignas y sostenidas sin asistencia nacional. Su absorción por parte de ANSeS no es más que un acto de rapiña legalizada.

“Cervi, que nunca dependerá de una jubilación, y Márquez, que llegó hablando de moral cristiana, ahora se arrodillan ante el centralismo para entregarnos”, estalló una fuente del Ejecutivo neuquino.

Pero el ISSN no es el único blanco. Las represas del Comahue, cuya energía abastece a gran parte del país, están en proceso de ser entregadas al mejor postor por el Gobierno nacional.

A espaldas de las provincias dueñas de los recursos, el Nación constituyó sociedades anónimas y convocó a una licitación exprés para ceder su control accionario, sin garantizar ni un centavo más de regalías ni participación decisoria a Neuquén.

El gobernador Rolando Figueroa lo dijo con claridad: “Nos quieren pagar regalías sobre el 25 por ciento del valor real de la energía. Es una estafa histórica que no vamos a permitir”. Y agregó: “Hoy estamos ejecutando un verdadero acto de autodeterminación. Peleamos por lo que es nuestro”.

Mientras tanto, el circo mediático montado en torno a la detención de Cristina Fernández de Kirchner busca distraer a la opinión pública. El show judicial parece hecho a medida para tapar lo importante: que el Gobierno nacional quiere financiar la fuga de capitales y el dólar barato con la rentabilidad de provincias como Neuquén. Mientras muestran esposas en televisión, en los pasillos del Congreso avanza el desguace del federalismo.

La bronca en la provincia no para de crecer. Porque el intento de Milei de quedarse con el ISSN, las represas y los recursos de Vaca Muerta no es una medida aislada, sino parte de una estrategia de saqueo sistemático. El objetivo: apoderarse de todo lo que aún funcione bien en Argentina para seguir sosteniendo un modelo que solo beneficia a unos pocos.

Desde la capital provincial hasta el último paraje rural, la sensación es de alerta. El propio Figueroa adelantó que, junto a su par de Río Negro, Alberto Weretilneck, encabezarán una cumbre con ambos gabinetes para plantarse ante Nación y exigir lo que por derecho les corresponde: regalías actualizadas, pago en especie y participación en las decisiones sobre los recursos hidroeléctricos.

“El agua es nuestra, la energía es nuestra, y no vamos a regalar ni un solo megavatio más”, dijo el mandatario.

La ofensiva de Milei contra las cajas previsionales y los recursos naturales de Neuquén no solo es una amenaza económica, sino una afrenta política. “No vamos a permitir que nos arrebaten el futuro con decretos y traiciones. Esto se defiende de pie, no de rodillas”, lanzó Figueroa.

Se abre entonces un interrogante frente a las próximas elecciones legislativas. Si los actuales diputados neuquinos se arrodillan ante la primera de cambio frente al poder central.

¿Podrán los nuevos legisladores (la provincia debe renovar tres bancas en diputados y tres en senadores), estar a la altura de la defensa de los intereses neuquinos? La rosca que viene, deberá atender principalmente a este interrogante. Esto recién comienza.