Panorama Político de Neuquén
Sorpresa y media

La Justicia exigió elecciones internas: los partidos desempolvan las urnas y vuelve la rosca

Las principales fuerzas políticas intentan reacomodarse y organizarse para unos comicios que no tenían previstos. (Dibujo: NOVA)

En medio de un calendario electoral cada vez más ajustado, las principales fuerzas políticas de Neuquén naufragan en internas desorganizadas, indefiniciones y peleas intestinas que exponen la crisis de representación que atraviesa el sistema partidario provincial.

Mientras tanto, el gobernador Rolando Figueroa observa desde la vereda de enfrente, con una estrategia clara, un liderazgo consolidado y un frente político que se afirma como la alternativa más estable y moderna de cara a las legislativas del 26 de octubre.

La decisión de la jueza federal con competencia electoral, Carolina Pandolfi, de exigir a todos los partidos la implementación de mecanismos internos democráticos para seleccionar candidaturas desató un verdadero terremoto político en Neuquén. Con la eliminación de las PASO como telón de fondo, la justicia recordó que no hay lugar para el “dedazo” ni para estructuras cerradas: la Constitución y la Ley de Partidos Políticos demandan transparencia, participación y garantía de representación de las minorías.

La reacción de los partidos tradicionales, sin embargo, fue lenta, improvisada y, en muchos casos, teñida de oportunismo. El Partido Justicialista, sin ir más lejos, apenas logró convocar a su Congreso Provincial en Zapala a contrarreloj, entre rumores de internas no anunciadas y presiones de sectores que hace tiempo vienen reclamando apertura. La carta documento enviada por el histórico dirigente Fabricio Torrealday a la conducción partidaria expuso con crudeza la falta de liderazgo, la crisis identitaria y el divorcio con la militancia. El PJ neuquino parece repetir una vieja historia: llegar tarde, sin estrategia y sin brújula.

Una vuela que le encontró Darío Martínez para esquivar la exigencia de la jueza Pandolfi es pedir otra prórroga (ya había pedido una anteriormente) para que las elecciones internas del PJ se realicen después de las legislativas generales de octubre. La jueza vería con buenos ojos extender nuevamente los mandatos del partido, cosa que le permitiría sostener la conducción actual y sus congresales antes de las elecciones. El temor que los tiene en vilo es perder en unas internas, frente a los peronistas que se fueron con Figueroa, pero que pueden votar en la interna del PJ.

El histórico tridente Parrilli, Martínez y Ríoseco apuesta a una elección de tercios en donde puedan meter un senador nacional (más uno de LLA y otro del Frente Neuquinizate) y resignarse a perder sólo un escaño y no los dos que ponen en juego. Una elección interna del PJ entre los actuales dirigentes y los peronistas de Figueroa podría dejar al partido en manos de estos últimos, lo que sería la estocada de muerte para el trío de históricos.

Mientras tanto, en La Libertad Avanza, la interna se volvió explícita con la decisión de la diputada Brenda Buchiniz de disputar el armado electoral frente al sector de Nadia Márquez. La decisión judicial de Pandolfi obligó al espacio libertario a abandonar el verticalismo con el que pretendía ordenar sus listas, y dejó en evidencia la fragilidad de una estructura que, si bien fue acompañada en las urnas en 2023, todavía no logra consolidar una dinámica interna coherente.

Buchiniz, decidida a competir por una banca en el Senado, se transformó en la voz de un sector que exige reglas claras y participación real. “Hay que garantizar la selección de candidatos como corresponde”, declaró la legisladora, dejando al descubierto las tensiones con el ala evangélica de Márquez, que venía acumulando aliados del PRO y del viejo quiroguismo sin ningún mecanismo de debate colectivo. En un espacio que se presenta como nuevo, las prácticas remiten a lo viejo.

Otros partidos no están en mejores condiciones. La UCR aún no definió ni calendario ni modalidad para sus internas. El MPN, partido histórico de la provincia, parece inactivo, congelado tras la derrota electoral de 2023. Sus principales referentes, los exgobernadores Jorge Sapag y Omar Gutiérrez, no dan señales claras sobre cómo y cuándo el partido volverá a competir en serio. Mientras tanto, la estructura parece haber sido absorbida —o al menos neutralizada— por el armado de Figueroa.

Y es justamente allí donde se marca la diferencia. Frente al desorden de los aparatos tradicionales y a las improvisaciones de las nuevas fuerzas, el gobernador Rolando Figueroa emerge como una figura sólida, con un frente electoral en crecimiento y un mensaje centrado en la gestión, el federalismo y el desarrollo productivo de Neuquén. Su espacio, Neuquinizate, supo construir en 2023 una alternativa que desbordó los partidos clásicos y se consolidó como una herramienta política con anclaje territorial y amplitud ideológica.

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