Es un avasallamiento a las conquistas de los trabajadores de la ciudad. Este año, la Patria cumple 40 años de gobiernos democráticos de manera ininterrumpida, sin embargo estas acciones remiten a los peores recuerdos de la persecución al pueblo trabajador por las posturas ideológicas, utilizando la planta municipal y los recursos de la ciudad como un sistema de premios y castigos a la politiquería.

Bajo ningún punto de vista puede la gestión de Gloria Ruiz tener de rehenes a los trabajadores por ser o pertenecer a un espacio político partidario u organización con la cual disputa en política, porque más allá de ser o pertenecer a un espacio, primero son trabajadores, sujetos con derechos, derechos que están en vigencia.

Si bien no pueden bajo ningún punto de vista cambiarle categoría de forma arbitraria, ni hacer una tarea diferente a la que conlleva o disminuir su salario, es decir, un administrativo pasarlo de forma arbitraria a hacer tareas de limpieza o un maestro mayor de obra barrer, no porque la tarea sea indigna, si no por la carrera municipal que tiene o su antigüedad y capacidades.

Este tipo de práctica se creía desterrada, ya que eran parte de la vieja política del apriete. No se puede permitir que se usen de rehenes a los trabajadores.