Panorama Político de Neuquén
Sin inversión

La salud con el agua al cuello, antes de la segunda ola

La situación debido a la pandemia pasa a ser muy angustiante. (Dibujo: NOVA)

La semana política de Neuquén nuevamente se vio marcada por la salud, como no podía ser de otra forma en el marco de una pandemia y con la segunda ola de contagios acechando a la provincia y amenazando con su próximo arribo, probablemente en mayo, según los especialistas.

En este sentido, en el inicio de la semana, las autoridades sanitarias confirmaban que la cepa Manaos había llegado con un hombre de 55 años que arribó desde La Plata, lo que complica aún más el panorama porque, por la experiencia en otras ciudades, los contagios se aceleran con esta variante.

Pero ya durante la primera ola del pasado año, la situación sanitaria fue límite con una ocupación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) que llegó a tope y tuvieron que elegir entre pacientes –según denunciaron en su momento- o hacer derivaciones porque el sistema colapsó.

Y justamente esto habla de la falta de infraestructura, personal, insumos y reconocimiento salarial digno en el sector. Literalmente, el gobernador Omar Gutiérrez tiene en el olvido a la salud, como también a la educación y tantas otras áreas del sector público que, desde su punto de vista, significan un gasto con poco rédito económico para los bolsillos del Estado.

Aún no llegó la segunda ola a Neuquén, pero se declaró el “riesgo epidemiológico alto” y la ocupación de las UCI está rondando el 76 por ciento y es uno de los niveles más alto del país, sin contar el AMBA donde efectivamente los casos ya se dispararon. Lo cual da cuenta de la falta de cobertura médica para el total de la población neuquina.

Pero justamente, esta falta de cobertura tiene que ver con una reducción de camas, que, en octubre eran 120 habilitadas; en diciembre disminuyó a poquito más de 100 plazas; y ahora apenas hay menos 90 unidades, en total. El problema es la falta de personal.

Según informaron desde el Sistema de Emergencia Médica de Neuquén (SIEN) hay 212 camas registradas por sistema, pero menos de la mitad están habilitadas en este momento. Vale recordar que, durante la primera ola, muchos terapistas fueron itinerantes, arribando desde otras provincias.

No es desacertado recordar que la mitad de los terapistas (5 de 11) del Hospital Castro Rendón, el de mayor complejidad en toda la provincia, renunciaron entre marzo y abril por las condiciones inhumanas en las que trabajaban: falta de insumos, sin horas ni espacios de descanso, y sobre todo teniendo que cubrir el doble de camas de lo recomendado. Esto derivó en un estrés laboral y un éxodo casi masivo de los profesionales.

Por último, como dato de color (pero no tanto), las tormentas que acecharon a la provincia de Neuquén dejaron esta semana una imagen que vale más que mil palabras: el Castro Rendón inundado muestra al descubierto la falta de inversión en infraestructura hospitalaria.

Conflicto salarial y ahora también gremial

Además de todo este combo, el conflicto de salud también está atravesado por un reclamo salarial de los autoconvocados del sector que desconocen el acuerdo del 15 por ciento que el secretario general de ATE, Carlos Quintriqueo, firmó complacientemente.

Luego de semanas enteras poniendo palos en la rueda, Quintriqueo llamó a un paro por tiempo indeterminado y rápidamente desde Trabajo convocaron a una conciliación obligatoria, este último viernes.

No obstante, los autoconvocados ya habían anticipado que no se sentarían en la misma mesa que ATE y que buscan mejoras salariales reales, que sean porcentuales y vayan al básico, a diferencia del “bono Covid” por tres meses ofrecido. Es decir, acusan al líder gremial de firmar por “limosnas”: pan para hoy, hambre para mañana, sostienen.

"Si el Gobierno quiere destrabar el conflicto con Quintriqueo, que lo haga. Pero los que tienen la decisión de sostener los cortes somos nosotros", advirtieron los autoconvocados.

En suma, esto comienza a mostrar chispazos hacia dentro del MPN, porque –como ya habíamos comentado anteriormente en NOVA-, desde la Municipalidad que comanda Mariano Gaido, critican por lo bajo fuertemente al gobernador y aseguran que cuando el intendente era ministro de Gobierno esto se solucionaba rápidamente.

Además, un concejal oficialista presentó esta semana la renuncia a su banca en Chos Malal. Se trata de Néstor “Fito” Lara, quien mostró a través de un comunicado toda su furia e indignación con la actitud pasiva y cruel de la provincia para con los profesionales de la salud.

Por último, el conflicto aún está muy lejos de resolverse y mientras que Gutiérrez sigue haciendo oídos sordos y la segunda ola acecha a la provincia, otros sectores –que nada tienen que ver- ya pidieron el camino de la violencia y la represión, como es el caso del petrolero Guillermo Pereyra y del justicialista-macrista rionegrino, Miguel Ángel Pichetto.

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