Y como si eso no fuera lo suficientemente escandaloso, uno de los muertos fue afiliado dos veces. El sello político que se presenta como el adalid de la transparencia parece haber tomado las peores prácticas del clientelismo y el fraude electoral, y les sumó el más allá. Nada nuevo en la vieja política.

Un muerto dos veces afiliado, fichas truchas y dirigentes judicializados: la cocina podrida del armado libertario en la provincia. La información surge de una notificación oficial firmada por el secretario electoral Leonardo Zaglio, con fecha 26 de mayo. Allí se informa que, tras analizar las fichas de afiliación del partido que responde al presidente Javier Milei, se detectaron ciudadanos que ya no figuran en el padrón, porque murieron hace meses.

Uno de los casos más escandalosos es el de Norma Elizabeth Pascal, fallecida el 18 de enero de este año. La señora fue afiliada dos veces por distintas autoridades certificantes de La Libertad Avanza: primero el 14 de abril por Andrés Ros, y luego el 29 de abril por Juan Manuel Brizuela. Según se excusó el partido, en la primera instancia la Justicia todavía no tenía el acta de defunción cargada. Pero eso no justifica el disparate: ¿cómo se puede afiliar dos veces a alguien que no respira desde hace casi medio año?

El otro caso confirmado es el de Alberto Aníbal Goicochea, quien falleció el 23 de agosto de 2024 y fue presentado como flamante afiliado el 15 de abril de este año, con el aval de Esteban Sebastián Salas.

Pero eso no es todo. Ya el 21 de abril, durante una revisión preliminar, la Justicia había detectado otros dos muertos fichados como libertarios: Miguel Ángel García, fallecido el 11 de agosto de 2024, y María de los Ángeles Morales, muerta el 31 de julio del mismo año. Ambos figuran con fichas firmadas por distintas autoridades del partido.

El objetivo de estas maniobras sería alcanzar el mínimo de 2.200 fichas válidas que exige la Justicia Electoral para constituirse como partido político en la provincia. Pero con muertos, personas no empadronadas y fichas duplicadas, el camino libertario parece más un cementerio que una propuesta seria de representación.

A esta lista de irregularidades se suma el prontuario político de una de las caras visibles de LLA en la provincia: la diputada nacional Nadia Márquez, recientemente envuelta en una causa por estafa que logró esquivar gracias a una suspensión de juicio a prueba (probation). El caso, vinculado a un centro educativo, se arrastra desde 2013. Aunque la legisladora evitó la condena, la aplicación de la “ley de ficha limpia” le impediría presentarse como candidata o asumir cargos provinciales. Todo un símbolo de lo que representa este espacio: impunidad y oportunismo.

Por si fuera poco, Márquez también fue denunciada por el exdiputado Mariano Mansilla por utilizar la Casa de las Leyes para actividades partidarias. Es decir, transformó un edificio público en una unidad básica libertaria, aprovechando que ese espacio estaba a cargo del hermano de la destituida exvicegobernadora Gloria Ruiz. Otro ejemplo del uso y abuso del Estado que tanto dicen detestar.

Mientras Javier Milei grita contra “la casta” en redes sociales y programas de televisión, sus armadores políticos afilian cadáveres, presentan fichas truchas y mantienen en funciones a dirigentes judicializados. El relato libertario, una vez más, se cae a pedazos cuando se enfrenta con la realidad.

La Libertad en Neuquén no solo no Avanza: además, huele a podrido.