La última semana estuvo marcada por las paritarias entre los sindicatos estatales y el gobierno provincial de Neuquén, que lidera Rolando Figueroa, con mesas de negociación cargadas de reclamos, presiones y polémicas.
La discusión salarial se desarrolló en un contexto político complejo, con la atención centrada en la puja docente: una fuerte interna gremial que dividió a ATEN entre su conducción provincial y la oposición capitalina.
La negociación con los estatales neuquinos arrancó el miércoles. ATE fue el primero en sentarse a la mesa, seguido por UPCN, ATEN y Viales, en un marco de paritarias atravesado por la presión del Gobierno nacional y las tensiones internas de los gremios locales.
Según dejó entrever Carlos Quintriqueo, secretario general de ATE Neuquén, desde la Casa Rosada, Javier Milei busca que las provincias limiten los aumentos salariales a un 10 por ciento durante todo 2026, como parte del nuevo pacto fiscal sellado con los gobernadores en el denominado Pacto de Mayo. El dirigente denunció que la Nación presiona para eliminar desde el año que viene el actual acuerdo de actualización por IPC.
Pero la verdadera tensión se hizo presente en las puertas de la Casa de Gobierno durante la reunión con la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén (ATEN), donde quedó expuesta la interna entre la conducción provincial, encabezada por Marcelo Guagliardo, y la seccional Capital, liderada por Angélica Lagunas.
El primer encuentro de la paritaria docente, el pasado miércoles, terminó con acusaciones cruzadas luego de que el sector opositor denunciara haber sido excluido de la mesa de negociación. Desde el gremio de la Capital advierten que representan casi la mitad de la afiliación del sindicato y que era habitual la participación de todos los sectores políticos en las discusiones paritarias. Esto derivó en empujones y un griterío acalorado en calle Rioja, entre los propios militantes gremiales, lo que terminó siendo el titular de los medios locales.
En este clima de incertidumbre y desgaste, las paritarias se consolidan como uno de los principales termómetros políticos de la provincia. El diálogo entre el Ejecutivo y los gremios continúa. Si las negociaciones no logran avances concretos, el panorama podría decantar en un conflicto con los trabajadores estatales en la brevedad, con medidas de fuerza que aun los sindicatos no han confirmado.
Durante las negociaciones, los gremios insistieron en la necesidad de mantener abierta la cláusula de actualización por IPC y advirtieron sobre el impacto del ajuste nacional en las provincias.
“No vamos a aceptar que se congelen los salarios mientras los precios siguen subiendo”, expresó Carlos Quintriqueo, de ATE. Desde ATEN, en tanto, Angélica Lagunas reclamó “asambleas en toda la provincia para definir colectivamente los pasos a seguir” y denunció que “el gobierno busca cerrar un acuerdo sin escuchar a las bases docentes”.
El trasfondo de ambas situaciones —las tensiones paritarias y la fractura legislativa— revela un escenario político donde el oficialismo busca sostener el orden interno mientras enfrenta presiones externas y reclamos sociales crecientes.
El desafío de Figueroa pasa por equilibrar la negociación salarial con la administración de un frente político que empieza a mostrar fisuras. Cada decisión, tanto en el plano gremial como legislativo, puede incidir directamente en la gobernabilidad de Neuquén, en un momento donde el clima político parece tensarse cada vez más.
Sorpresa en la Legislatura
Por otra parte, lejos de los acuerdos salariales, los gremios y la Casa de Gobierno, esta semana la Legislatura también dio que hablar. Más precisamente en el oficialismo, ya que se desprendió un nuevo bloque: los diputados Mónica Guanque y Federico Méndez anunciaron su salida para la conformación de un nuevo espacio: “Democracia Neuquén”.
En un comunicado conjunto, ambos legisladores provinciales explicaron que el objetivo es “generar un espacio dentro de la Legislatura Provincial que nos permita desarrollar los proyectos concordantes con nuestra afinidad política”.
La decisión “no debe interpretarse en contra de nadie, sino en la necesidad de poder trabajar en temas de nuestro interés antes que nuestro mandato expire, así como tener la experiencia de cumplir ciertas funciones dentro de la Legislatura que hacen al crecimiento en la función”, sostuvo Guanque. También adelantó que la presidencia del nuevo bloque será “rotativa” y que buscarán “mantener el diálogo abierto a todos los actores sociales y políticos de nuestra provincia”.
Puertas adentro trascendió que la ruptura se venía gestando desde hace semanas y que ambos legisladores habían anticipado su decisión antes de las elecciones del 26 de octubre. En las últimas sesiones, Méndez y Guanque ya habían mostrado distancia del Ejecutivo al no acompañar iniciativas clave, como los proyectos de toma de crédito para obra pública, que incluso dejaron sin quórum a la Comisión de Asuntos Constitucionales.
En el plano político, el nuevo bloque “Democracia Neuquén” refleja el reacomodamiento interno que atraviesa el oficialismo tras las elecciones, no solo en el plano legislativo, sino también en el Gabinete. Aunque los diputados insisten en que su decisión responde a una “afinidad política” y no a un conflicto interno, este movimiento agrega una nueva dosis de tensión al tablero político de la provincia.








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