Denuncian a un empresario de una constructora y a su esposa por amenazas de muerte y hostigamiento
Denuncian a un empresario local y su esposa por violencia y hostigamiento contra una mujer. Se trata de Guillermo Néstor Garrido y Cecilia Santín, quienes son apuntados por amenazar a Silvina Romero.
“Esta mujer vivía acá en Buenos Aires, era prostituta VIP, se mudó con la madre a Neuquén, donde también se prostituía, conoció a Garrido, quien trabajaba en una petrolera lavando los camiones en el campo, ella quedó embarazada, pero siempre fue violenta, adicta a las drogas, al alcohol”, comenzó relatando a NOVA la víctima de esta situación.
Romero explicó que “mi pareja actual es el compadre de Garrido y Santín, y siempre los conflictos son porque maltrata a la bebé, alcoholizada golpeaba a todas las personas, llegó a agredir físicamente a la madre de Guillermo Garrido”.
“Garrido ahora es un gran empresario, tuvo suerte por los negociados que tuvo con drogas, con toda la mafia, gracias a eso es empresario de la Constructora PyG”, denunció la mujer y asegura que hará una presentación ante la Justicia.
Pero el conflicto con ella “empezó por la venta de un perfume, porque yo vendía perfumes importados, Guillermo Garrido me encarga y la mujer estaba en un estado psicótico, empezó a amenazarme de muerte, yo la bloqué de WhatsApp, pero siguió”, reveló.
“Me decía que apenas pise Neuquén, me va a agarrar, me va a matar. La propia madre de Garrido cuenta lo que es esta mujer, lo que es ella. Tiene un legajo bastante grave por violencia, drogas, alcohol”, agregó la entrevistada.
“Cecilia Santín cuando el marido no le da lo que ella quiere, que es plata, plata y plata, golpea a Paz, que es la hijita de dos años. Ella supuestamente es psicóloga infantil y cuida a adultos mayores, y golpeó a un adulto mayor”, afirma Romero.
Por último, Silvina asegura que lo único que pretende es “rehacerme mi vida en Neuquén, y me encuentro con esta psicópata. Quiero una vida tranquila y que este empresario y esta mujer me dejen en paz”, concluyó.
