Política
Elecciones en la provincia

Por Vaca Muerta, la victoria del MPN es una bocanada de aire para Cambiemos

Los neuquinos eligieron a Omar Gutiérrez, del MPN, por sobre el candidato de Cambiemos pero igual Mauricio Macri sonríe. (Dibujo: NOVA)

Finalmente, pasó lo que toda la política neuquina esperaba y lo mismo que hace casi 60 años: ganó el Movimiento Popular Neuquino (MPN) y gobernará nuevamente durante cuatro años. La victoria del gobernador Omar Gutiérrez fue abrumadora sobre sus competidores.

Desde 1962, el MPN es el partido que manda en Neuquén. Estamos hablando de exactamente 57 años. Es decir que ahora llegará a cumplir seis décadas en el mando de la provincia, sólo exceptuando los años de las dictaduras militares.

En la ciudad Capital, hace años que tiene competencia: Horacio Quiroga ha sido el intendente radical durante cuatro mandatos, entre 1999 y 2007 y luego entre 2011 y 2019. El MPN le ha intentado disputar ese espacio aunque siempre se ha visto derrotado, es decir que en la ciudad de Neuquén "Pechi" es fuerte.

No obstante, esta vez quería dar el salto definitivo a la gobernación, un viejo anhelo. De la mano de Mauricio Macri en la Presidencia, apostaba a arrastrar votos nacionales para romper con la hegemonía del MPN. Nada de eso sucedió: desde la Casa Rosada nunca confiaron en él, lo usaron como un títere y el acuerdo era que ganara Gutiérrez.

Ante la imposibilidad de una victoria del radical, Macri apostó fuerte a Gutiérrez para evitar la victoria kirchnerista, eso sí le hubiese costado un fuerte dolor de cabeza al Poder Ejecutivo nacional. Sobretodo por Vaca Muerta y el negocio energético de por medio.

Lo que le convenía a Cambiemos era mantener el status quo del pozo petrolífero en las tierras neuquinas y que se siga apostando al negocio energético tal como viene. Este era el plan ideal.

A su vez que no se impulse la nacionalización del petróleo algo que seguramente el kirchnerismo hubiese hecho, o intentando por lo menos, era parte de un pacto perfecto. Mientras tanto, el traspaso de los fondos a Nación seguirá basándose en un sistema de regalías calculadas a ojo.

Recordemos que Nicolás Dujovne, ministro de Hacienda, está de viaje en Houston, Estados Unidos, en búsqueda de inversiones energéticas. El panorama hubiese sido absolutamente distinto con una victoria de Ramón Rioseco y Darío Martínez, de Unidad Ciudadana.

Sin dudas, hubiesen cambiado los planes de Cambiemos en tierras norteamericanas al quedarse sin fuerzas en la provincia predilecta, que posee el recurso natural más codiciado del país y, podría decirse, del mundo.

Por último, el que masticó bronca fue "Pechi" Quiroga, el gran perdedor de la jornada. Aunque las sospechas son que no se quedó tan de brazos cruzados como parece: parte del pacto sería entregarle en bandeja la intendencia nuevamente al candidato que él elija, ya que no puede postularse por tercera vez. Un arreglo que ya lleva años de convivencia entre el MPN y el radicalismo.

La división y los votos de un viejo conocido: Jorge Omar Sobisch

Uno de los datos más destacados que dejó la elección neuquina es la notoria pérdida de votos del MPN. Un partido que, como se dijo, gobierna hace prácticamente 60 años y que cada vez va perdiendo más terreno.

Es una fuerza política que posee aproximadamente 110.000 afiliados y Gutiérrez obtuvo mucho menos que esos. Si no hubiese sido por las cuatro boletas colectoras que llevaban su cara y los "traidores" de "Pechi" que se inclinaron finalmente por el MPN, no hubiese llegado a los casi 190.000 votos que sacó.

Notoriamente, el nuevísimo partido Democracia Cristiana que no tiene voto alguno por su nula historia, obtuvo casi 50.000 sufragios que fueron pura y exclusivamente del público predilecto de Jorge Omar Sobisch y, también, producto de la interna del oficialismo neuquino: da la casualidad que los votantes de "Rolo" Figueroa son prácticamente la misma cantidad que obtuvo ahora el ex gobernador.

Vale destacar que Sobisch estuvo prácticamente en el exilio después del asesinato del docente Carlos Fuentealba, que la Policía de Neuquén llevó a cabo bajo su decisión durante abril de 2007, y tuvo un importante costo político en su carrera.

Lo llamativo es que ahora asoma nuevamente su cabeza con un eslogan bien de mano dura: "Se acabó la joda". Y, para colmo, realizó una muy buena elección cuando hasta hace poquito tiempo atrás ni siquiera figuraba.

Todas las hipótesis desembocan en que la interna del MPN, y sus fervientes seguidores, lo votaron para obtener un 10 por ciento de los votos que lo depositan nuevamente en el ambiente político de Neuquén, de cara al futuro.

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